Ayer domingo fallecía, a la edad de 101 años, Josep Lluís Bausset.
Historia viva del valencianismo y figura indiscutible en la
recuperación de nuestras señas de identidad, Josep Lluís Bausset, a
quien Fuster calificó como «l’home subterrani», ha dejado de existir. Con él desaparece el último de los representantes de lo que Manuel
Sanchis Guarner convino en denominar la Segona Renaixença.
Su longeva
existencia, durante la cual ha vivido de primera mano los
acontecimientos más destacados de nuestra historia reciente, le ha
permitido convertirse en uno de los referentes más importantes del
movimiento identitario valenciano desde los años 1930 y hasta
prácticamente la Transición democrática.
Un largo periodo de
tiempo durante el cual participó de manera directa en todos los
cenáculos y organizaciones del valencianismo republicano, tales como la
creación de l’Associació Protectora de l’Ensenyança Valenciana, el
Centre d’Actuació Valencianista o la divulgación de revistas tan
emblemáticas como Acció o El Camí.
Con Bausset desaparece el referente
vivo más importante de la generación de escritores e intelectuales que
con mayor impulso y convicción acometieron el compromiso de ser punta de
lanza en la consecución del compromiso nacionalista. Licenciado
en Farmacia y en Químicas, diplomado en Magisterio, analista y botánico
Josep Lluís Bausset es un humanista a la antigua usanza. Científico de
formación, Bausset fue por encima de todo un hombre culto y comprometido
con los ideales democráticos y con la cultura en mayúsculas. Educado en
la rígida disciplina de la escuela tradicional, Bausset es un
depositario elegante del krausismo y del ideario de la Institución Libre
de Enseñanza, que siempre ha llevado a la práctica durante el ejercicio
de su profesión como profesor de Bachillerato tanto en Cataluña como en
diversas poblaciones de la Comunitat Valenciana.
A lo largo de
más de cincuenta años de magisterio profesional Josep Lluís Bausset ha
sido un profesor de Biología y de Física y Química muy especial. Un
profesor al cual se le debe el mérito de haber inoculado en sus alumnos
el virus por conocer y apreciar no sólo los misterios de la vida, sino
de nuestra lengua y nuestro territorio. Catedráticos de Filologia
Catalana como Antoni Ferrando, artistas plásticos como Manolo Boix i un
sinfín de nombres de personalidades del mundo de la ciencia y de la
cultura se honran por el hecho de haber sido alumnos suyos.
Periodista vocacional
Además
de activista, humanista y profesor, Bausset ha sido, también, un hombre
político, en la medida que siempre se ha comprometido con todo tipo de
iniciativas valencianistas y en la gestación de proyectos políticos como
en el que en su día dio lugar a la creación del PSPV a l’Alcúdia junto
con Francesc Signes y Celio Crespo Almela. Pero, por encima de todo,
Bausset ha sido un hombre de prensa en el sentido más puro del término,
un periodista vocacional para el que el periódico ha sido algo más que
un medio de información.
Decano de los corresponsales, Bausset entró a colaborar en el periódico Levante-EMV en 1942,
de la mano de su apreciado amigo Vicent Ventura. Desde entonces y hasta
el momento presente Bausset se ha convertido en un informador
aventajado no sólo de la realidad local de l’Alcúdia sino de toda su
comarca. Primero como corresponsal y, años después, como articulista de
opinión, Bausset se ha convertido en toda una institución del periódico
al que se ha mantenido fiel durante setenta años. Todo un récord
de compromiso y de dedicación que el 20 de octubre de 2010 le valió la
concesión del Premio Importante de este rotativo.
Desde las páginas de
Levante-EMV, Bausset se ha convertido en un observador sagaz de la
actualidad y en un francotirador de la palabra. Con un estilo directo y
sin concesiones, Bausset no ha dejado títere con cabeza arremetiendo
contra todo aquello que ha considerado una injusticia o una amenaza a
nuestras señas de identidad.
Nadie como él ha sabido retratar y
dibujar con ironía y sarcasmo la indignidad de nuestros políticos y
gobernantes. Todo un lujo para los tiempos que corren. Y junto a todo
ello, la pilota valenciana, su otra gran pasión, la que desde mediados
de la década de los setenta le valió un espacio propio en este
periódico. Desde entonces y hasta hoy Bausset no ha faltado a su cita
semanal con esta sección titulada «Impressions d’un aficionat».
El
encargo de una sección que Bausset aceptó a condición de tener la
libertad de poder redactar las crónicas en valenciano. Y es que para
Bausset la lengua y la pilota valenciana han sido siempre dos caras de
la misma moneda. De manera paralela a las partidas del trinquete de
Pelayo y los conciertos de la Filarmónica de Valencia, de la que es
socio desde hace setenta años, quienes más añorarán a partir de ahora la
ausencia de Bausset serán sus amigos de la Tertúlia del Dilluns, el
hábito conversador al cual no ha dejado de acudir cada semana desde que
se aficionó allá por la década de los cuarenta de la mano de Joan
Fuster, Vicent Ventura y Josep Garcia Richart, a los que el calificaba
como «el trio de la benzina».
(Article publicat en el diari Levante-EMV, 4 de juny de 2012)
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